sábado, 9 de abril de 2011

Jueves Al Sol

 ¿Que es un mal día?, o mejor aun ¿quien no ha tenido uno?, seguro que si, uno de esos nos toca a todos. Así, así, haciendo memoria, creo recordar uno de tantos, porque seguro que no solo hay uno. Aunque en mi caso no se si llamarlo un mal día, o uno de esos días en los que me pasan cosas que contar.
 Como por ejemplo ese día, que sin preocuparme salgo de casa para ir a clase, y como cada mañana ya iba un poco mas tarde de lo que pensaba, pero mientras estoy revisando y buscando es esos súper bolsos que llevamos a veces las mujeres en busca de la llave de casa, una pequeña ráfaga de aire me cierra la puerta en las narices, pero  eso no es lo peor, sino que encima me había dejado las llaves dentro! Bueno un despiste, que en ese momento no tiene arreglo.

Salí del portal y fui andando a la parada del autobús, aunque era el principio de un mal día, tuve suerte y no perdí el autobús, suerte… bueno eso creía en ese momento. Tras o tres paradas, el autobús empezó a hacer un ruido un poco raro, pero seguimos nuestro camino como cada mañana, casi todos los autobuses de esa línea son un poco cafeteras, pero al salir a la autopista…. El autobús decidió que su viaje había terminado.
Así que como estábamos en una parada, todos bajamos del autobús y esperamos al siguiente, menos mal que a esas horas pasan cada… 15 minutos! Eso si, íbamos todos como sardinas en latas! Puf! Yo en el anterior tenia sitio!
Después de unos 45 min y tres atascos después, llegamos a Madrid, por fin! Desde luego ya no llegaba a primera hora, ¡madrugar para nada!, pero bueno a la siguiente si, o eso pensaba yo mientras me dirigía a los tornos del metro.

Llegue al andén donde había bastante gente, que aunque era por la mañana, me pareció que había más gente de lo normal, y no me equivocaba, a los 5 minutos o casi 10, comenzó a hablar esa magnifica voz, un poco difícil de comprender, anuncia que una de las direcciones esta estropeada, por lo menos no era la mía, cosa que cambiaria a los 20 minutos de estar allí esperando; ¡las dos direcciones rotas!, ¡metro de Madrid, vuela?!, creo que todos hemos pensado en esa frase mítica.
¿ Y ahora? Decidir ir en otra línea, luego en otro autobús,… ¡Yo y toda la gente se que había ido acumulando en el anden!

Llegue por fin a la Facultad, y claramente no había llegado a segunda hora, me dirigí al aula de la siguiente y cual es mi sorpresa al ver en la puerta esos famosos cartelitos, que son tan solo un papelazo en cual se puede leer ¡que no hay clase!
Bueno decidí ir a la cafetería. Llegue y habían salido ya de clase así que me fui con mis compañeras a tomar un café, un café al que me tuvieron que invitar, porque además de dejarme las llaves dentro de casa, si, también me había dejado el monedero!
Bueno ya solo quedaba volver a casa, aunque claro llegar a casa, sin llaves! Así que de camino, llame a mi novio a ver a que hora iba a llegar,  y claro como hablamos de un mal día, esta claro que a la hora de siempre no iba a llegar, no! ¡Reunión de última hora! Así que ahí me vi en un banco de mi calle, esperando que llegara para poder abrirme la puerta de casa! Menos mal que en ese ultimo momento tuve algo de buena suerte, por lo menos hacia solecito, así que por lo menos termine ese jueves al sol.